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Nuestro homenaje al modelo Lexus NX, parte de la cultura japonesa y todas sus creencias respecto a la muerte y sus despedidas.
Y es que creemos, que el distintivo crossover de Lexus no merece menos que una despedida por todo lo alto.
En Japón, la muerte es entendida como un paso a la nueva vida. Los cuerpos nunca se van del todo, siempre nos queda su alma.
Queremos que el alma y la esencia de nuestro modelo NX perdure para siempre en el tiempo, de la mejor manera posible.
Por esto, a través de nuestra “oda de despedida”, queremos convertir este coche en un sorei –霊祖
La creencia dice que hay que morir en paz y dejar el mundo terrenal de la forma más pura posible.
Si cumples estos valores y obligaciones en vida, así como ha hecho el Lexus NX como vehículo clave para la marca para lograr ir un paso más allá, puedes lograr que tu alma se convierta en sorei: antepasado, que quedará para siempre en forma de espíritu ancestral, y nos protegerá de cualquier mal.
Para ello, necesitamos incorporar a nuestra despedida la tradición de incinerar a los difuntos, pues solo así se puede lograr que tanto alma como cuerpo logren pasar juntos a la nueva vida.
¡Tenemos que incinerar nuestro Lexus NX!
Con nuestra intervención, además, queremos transmitir valores de la marca como esencia japonesa, naturaleza, perfección... y tener en cuenta el trabajo de ingenieros, diseñadores y artesanos.
Queremos poner en especial valor a los maestros Takumi y a su artesanía, su gran trabajo manual.
Con todo esto, nuestra intervención es la siguiente:
Vamos a convertir el exterior del coche en una nueva piel elaborada de manera artesanal, donde se pueda ver y apreciar el trabajo manual que conlleva.
Se elabora mezclando tierra, ceniza y mortero obteniedno una pasta homogénea que según la fuerza manual que le imprimas y el gesto aplicado, se consiguen luces y sombras.
Además, esta textura artesanal, simula el efecto del humo residual tras el momento de la incineración.
Y por supuesto, necesitamos que esta nueva piel tenga un fondo de color claro, pues así es como despiden a sus difuntos con un kimono blanco.
Para este momento, los japoneses siempre buscan un templo, un entorno con un gran valor donde realizar este momento tan especial en sus vidas.
Para nuestro Lexus, lo entendemos de la misma manera, y es por eso que vamos a darle su despedida en una ubicación muy especial, el museo de Arte de Teshima del arquitecto japonés Ryue Nishizawa.
Su sugerente forma de gota de agua supone una fusión perfecta entre arte, arquitectura y naturaleza, como las características fundamentales del NX, y haciendo referencia al concepto engawa.
Y lo que es más importante, este emblemático museo, alberga una única obra de arte, que hoy, es nuestro coche, recibiendo su oda de despedida, para convertirse en sorei, espíritu ancestral que perdurará para siempre en el tiempo.
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